lunes, 16 de mayo de 2011

GRAVES CONSECUENCIAS POLÍTICAS Y ECONÓMICAS PARA JAPÓN

 El término “Tsunami” proviene del japonés. Su significado literal es “ola de puerto”. Ha sido una palabra que ha invadido todos los idiomas del mundo y con ello, todos nuestros más profundos sentimientos. Además de olas que superaban aproximadamente los 30 metros, ha traído consigo graves consecuencias  económicas y políticas.
¿Qué ha ocurrido en Japón?  El escenario predecible era un terremoto de mayor magnitud que los experimentados en la zona hasta el momento. Pero aunque la central estuviera diseñada para soportar un terremoto de esta magnitud, no se preparó de manera adecuada para soportar un tsunami provocado por el terremoto. De hecho, fue la fuerza del tsunami la que inutilizó los 13 generadores diesel de emergencia que debían suministrar electricidad a la central en caso de fallo eléctrico.
Por lo tanto, se puede concluir que la seguridad de la central, teniendo en cuenta los antecedentes conocidos y esperables, pese a su “baja probabilidad”, era insuficiente.
Algo semejante sucedió con los efectos del huracán de categoría 5 Katrina en Nueva Orleans, los diques de contención que protegían la ciudad sólo estaban preparados para soportar un huracán de categoría 4.
Se deduce, por lo tanto, que no suele ser rentable adecuar la seguridad para que resista las consecuencias de sucesos que se consideran de baja probabilidad. Ahora, un terremoto de 9 grados en la escala de Richter en Japón o un huracán de categoría 5 en el Golfo de México no son acontecimientos de baja probabilidad. Son historia.
Se cree que las pérdidas superan ya los cien mil millones de dólares (más de 70.000 millones de euros) y que las aseguradoras se tendrán que enfrentar a unos gastos de 34.600 millones de dólares (casi 25.000 millones de euros). Pero son solo cálculos preliminares y sobre todo, precipitados.



No es fácil hacer el cálculo de las pérdidas económicas. Empresas, aseguradoras, corredores de bolsa, mercados financieros y compañías, sector público, sector privado, los rebotes de hundimientos financieros pueden venir de cualquier parte. Sólo el daño producido en las viviendas de la costa oriental superará los 20.000 millones de dólares, sin contar los daños producidos en las instalaciones comerciales. Hay que sumar las pérdidas de las grandes empresas japonesas conocidas en todo el mundo (Honda, Toyota, Nissan o Sony), las cuales han tenido que cerrar temporalmente sus fábricas y calculan sus pérdidas en miles de millones de dólares.

Además la subida del yen tendrá una repercusión directa en el aumento de los precios de los productos japoneses destinados a la exportación, algo que los hará menos competitivos en los mercados internacionales.

Por otro lado, podemos decir que será de esperar la pronta restauración de la situación en Japón tras el paso del terremoto de 8.9 grados de magnitud, que se ha convertido en el mayor de su historia. Su recuperación económica e institucional tras la Segunda Guerra Mundial, lo avalan, algo que por otra parte, ha sido objeto de varias investigaciones. "En el mediano plazo, Japón va a tener dos o tres meses de caída en el producto bruto. Pero a medida que comience la reconstrucción, hay un gran aumento de la inversión pública", afirmó Luis Palma Cané. 

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